HUERTA DEL REY 2014

Después de un paréntesis de desconexión, solo nos quedan los recuerdos...los buenos recuerdos de estos 15 días magníficos. 

Cada año que pasa, y sobre todo tras el campamento de verano, invertimos todos y cada uno de nosotros unos minutos en recordar todo el año que llevamos; en este caso la ronda 2013-2014.
Esta en especial ha estado llena de momentos tanto individuales de las unidades como por parte del 45 aniversario, transformando este año en uno de lo más energéticos. Hemos tenido la suerte, además,  de aumentar el kraal en un curioso número de 23 personas adaptadas a las mil maravillas a las que, como no ,también hay que felicitar por toda la fuerza invertida durante el año.

Gracias castores, lobatos, rangers, pioneros 1 y pioneros 2 por vuestro compromiso y asistencia con el grupo, a padres y madres por apoyarnos y darnos la oportunidad de educar a vuestros hijos de una manera no formal, a cocina e intendencia por su ardua labor durante estos días, a las visitas por presencia y participación, a Diego por no faltar nunca y a ti por estar leyendo esto.

Somos tan solo uno, un gran grupo de música:
"El sonido de la risa, siempre me ha parecido la música más civilizada" 
Peter Ustinov


Aquí os dejamos un texto que nos hizo sentir con cada palabra:
EL ROMPECABEZAS
Un científico estaba trabajando en su laboratorio cuando entró su hio de cinco años, dispuesto a ayudarle. El científico, que tenía mucho trabajo y no quería ser interrumpido, pensó en darle un entretenimiento al niño para que no le molestase. Recortó de una revista un mapa del mundo, lo cortó en muchos trocitos y se lo dio a su hijo junto con cinta adhesiva para que lo recompusiera. Como no había visto nunca ese mapa, el científico pensó que tardaría horas en hacerlo.

Cuál fue su sorpresa cuando, al cabo de unos minutos el niño le dijo:
-¡Ya está papá, ya lo terminé!

El científico se quedó sorprendido por unos momentos, pero se giró pensando que no vería más que una chapuza típica de un niño de cinco años. Sin embargo, el niño le mostraba el puzzle totalmente hecho y con todas las piezas en su sitio. Le preguntó asombrado:
-¿Cómo lo has hecho, hijo?

-¡Muy fácil, papá! Cuando lo recortaste de la revista, me di cuenta de que, por detrás del mapa, había dibujado un hombre. Cuando me diste los trocitos, les di la vuelta e hice el rompecabezas del hombre. Cuando terminé de arreglar el hombre, me di cuenta de que había arreglado el mundo...