Campamento de Navidad



Tras las vacaciones y días de fiestas navideñas, es momento de recordar este fantástico campamento que hemos dejado atrás hace tan solo unos días.


Comenzamos nuestra aventura el 27 de Diciembre: el barco está a punto de partir y tras pasar una serie de pruebas nos invitan a pasar abordo. Allí todos quedamos divididos en unos extraños grupos: pasajeros, marineros, cocineros y carboneros.
Al principio todo parece marchar perfectamente, la relación entre los grupos y el Capitán es estupenda ,pero a medida que transcurría el tiempo nos íbamos dando cuenta de como el Capitán tiene una serie de privilegios respecto a algunos de los componentes de la tripulación... 
Esta situación es insostenible, por lo tanto entre todos decidimos hacer un motín para acabar con todo este ambiente incómodo. Y sin más espera, la misma noche del 29 de Diciembre llevamos a cabo el magnífico motín logrando así que el Capitán se marchase para siempre...

...no obstante, pensando que aquí acabaría la historia, una horda de piratas zombies aparecen intentando recuperar el barco...

Pero como en toda historia de héroes, estos zombies no lograron su objetivo y conseguimos que se marcharan por el mismo sitio por el cuál habían aparecido. Cuando quisimos darnos cuenta, tan solo nos quedaba el día 30 de Diciembre para recordar cada una de las anécdotas de esta aventura que duró 4 días . 

Ha sido un campamento espectacular, y por ello y por todo su trabajo le queremos dar las gracias a los RUTAS, ya que fueron ellos los "capitanes" de esta aventura.

Agradeceros también a todos vosotros vuestra constancia y por haber compartido estos días llenándolos de risas, cariño y buen humor. Queríamos hacer una especial mención a los padres y madres que se mantuvieron hasta el último momento para hacer una grandiosa despedida ¡¡este año hemos cantado mejor que nunca!!

Y para todos, un último detalle de Uceda 2012:

Nadie nos dijo que fuéramos. Nadie nos dijo que lo intentáramos. Nadie nos dijo que sería fácil. Alguien dijo que somos nuestros sueños, que si no soñamos, estamos muertos. Nuestros pasos siguen el instinto que nos lleva a lo desconocido. No miramos los obstáculos que hemos superado, sino aquellos que vamos a superar. No se trata de ser los más rápidos, los más fuertes o los más grandes... Se trata de ser nosotros mismos. No somos ni corredores ni alpinistas ni esquiadores, ni siquiera deportistas... Somos personas. No estamos seguros de conseguirlo, pero estamos convencidos de conquistar la felicidad.

¿Qué buscamos? Quizás vivir


Gracias, de todo corazón.